Hacía algún tiempo que tenía abandonado este blog, pero el
inminente derbi Zaragoza-Huesca me ha animado a desempolvarlo.
Este es un acontecimiento que solo podemos disfrutar de vez
en cuando y digo disfrutar, porque en ediciones anteriores algunos individuos
confundieron la rivalidad deportiva con otro tipo de cosas que no deben tener cabida en lo que tiene que ser una fiesta, de cualquier manera cualquier atisbo de violencia es
inaceptable, en este escenario o en cualquier otro, entiendo que siempre se
discute con el vecino, pero también entiendo que si alguien te debe apoyar es
quien tenemos a nuestro lado.
Dicho esto, yo también quiero participar de la fiesta, de la
broma y del buen rollo, por tanto le he prometido al Señor Alastruey que no le
faltaran adoquines para que pueda salivar a gusto durante el partido y como mínimo
el siguiente trimestre y eso que considero que quizás este poniendo en riesgo
su vida, cosa que no es mi pretensión, pero es conocido que los aficionados del
Huesca auténticos tiene el gen de la intolerancia al adoquín, con lo cual
consumir adoquines se convierte en un ejercicio de riesgo como comerse un pez
globo.
Como ayuda a los no iniciados, os diré que una ingesta
adecuada de adoquines requiere una salivación adecuada para que el producto se
ha consumido a una velocidad constante y esto no es fácil, por el peligro de
una salivación excesiva, ha habido más ahogados en Huesca comiendo adoquines, que
ahogados en el Isuela, algo que por otra parte es normal, es difícil entender
como alguien se puede ahogar allí, vamos es difícil de entender que lo llaméis rio
para uno de Zaragoza, aunque debo reconocer que las cosas de Huesca son difíciles
de entender en general, como aquello de que “ahora no podemos aparcar en el
centro”.
Bueno en este caso no diré que gane el mejor, sino que gane
el que tenga la afición más enrollada.
Jajajajaja no seas duro con ese arma mortal para el Sr. Alastruey ;-)
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